jueves, 20 de junio de 2013

Tesoros del Cabeço d´or. Mas que una montaña

Recuerdo mi primera visita a las Cuevas del Canelobre de la mano de mi padre, donde con ojos atónitos alucinaba con la belleza que puede albergar las entrañas de la tierra, las curiosas y caprichosas formaciones  unido a los relatos del guía hacían que me trasladase a un mundo irreal donde nada me encajaba, imaginaros cuando a un niño le dicen que la cueva se utilizo como taller para reparar motores de aviones durante la guerra, yo no podía entender como narices metían un avión allí dentro, sin embargo otras respuestas aparecieron en la mente imaginativa de un niño, ahora entiendo el agujero perfecto en la cresta que hay justo encima de la entrada de las cuevas, seria de un avión que se estrelló cuando iba a aterrizar para que le arreglaran el motor.


Dejando los recuerdos aparte, las cuevas son una autentica maravilla natural abierta a las visitas turisticas, trata de una gran sala de unos 100 metros de altura, una de las bóvedas mas grandes de España, alberga todo tipo de formaciones magnificas con las cuales uno puede abstraerse y dejarse llevar por la imaginación, dinosaurios, candelabros, medusas, melenas....


Unos 25 años después de esa primera magnifica experiencia infantil regreso a las cuevas, desgraciadamente mi padre no puede acompañarme, ahora la visión es mas madura pero no menos sorprendente, sin lugar a dudas ante un espectáculo de tal calibre uno se plantea la gran capacidad erosiva y al mismo tiempo creadora del agua, al mismo tiempo que destruye crea autenticas obras de arte natural desafiando a las leyes de la física. Obras de arte que siguen modelándose a través de millones de años, una obra arquitectónica que nunca cesa y no tiene fin, la geología avanza lentamente y nos mira de reojo pues somos insignificantes para ella, nosotros no tenemos que hacer nada, bueno si, lo único que tenemos que hacer es proteger estos tesoros de nosotros mismos, algo que suena un tanto contradictorio. Una vez protegidas estas maravillas solo queda admirar esa obra molestando lo menos posible al artista.



sábado, 1 de junio de 2013

En la Intimidad

Ya comente en la entrada anterior que me quede con las ganas de quedarme en la intimidad con este barranco y la réflex. El ansia hizo que a los cinco días volviera. Soy consciente de que al monte no hay que ir solo, mejor dicho, no se debe ir solo por los riesgos que ello conlleva, pero también es cierto que cuando uno realiza cualquier actividad en el medio natural en soledad se crea un nexo con la naturaleza único, limpio y puro, uno puede llegar a abstraerse en la naturaleza de tal manera que el tiempo pasa de cinco en cinco y eso solo se consigue con un cara a cara con la natura.


Esta vez si que fue realmente gratificante la experiencia fotográfica pues solo tenia que estar atento a que la naturaleza mostrara su parte mas bella, aunque cada día estoy mas convencido de que mas que la naturaleza nos muestre sus mejores galas somos nosotros los que tenemos que aprender a observarla. Ella esta ahí, pero si no observas.... solo miras y la experiencia se queda a medias. Como aficionado a la fotografía que soy y amante de los paisajes naturales, considero que el entrenar y desarrollar esa capacidad de observación lo encuentro fundamental si uno quiere transmitir a través de imágenes la belleza del momento. 








Lugares como el que muestro hacen que uno quiera llevárselo todo a casa aunque seria mas sencillo quedarse a vivir ahí, pero como de momento quiero seguir conociendo lugares como este, intentare que con imágenes consiga llevarme un pedacito de dicha belleza, aunque al fin y al cabo esa es la parte material pues la sensación y experiencia de estar ahí supera cualquier imagen.                                            

                                        


Poco a poco la natura y yo conectamos, ella cambiaba de postura como una modelo al mismo tiempo que yo cambiaba de angulo de visión y encuadre, esa fue la sensación que tuve, sin embargo ella siempre esta ahí, inmóvil, momento tras momento, viendo pasar a todo tipo de seres "racionales" que ni siquiera le saludan, solo la miran de reojo ignorando su belleza, una belleza que si no cuidamos se ira para siempre.


Solo esa conexión se vio interrumpida por el paso de un trío de barranquistas que me miraron extrañados al mismo tiempo que me preguntaron, ¿Que estas haciendo fotos?, una de esas preguntas sin sentido pues el  trípode y la réflex abultan poco, es como si les hubiera preguntado, ¿Que estais haciendo el barranco?, bueno me dejo de rollos pues ando algo caliente con ese trío ya que me robaron la cuerda que tenia para salir del barranco, la cuerda no se le olvida a nadie nunca, se puede usar, pero no llevártela a tu casa, asi que aprovecho para acordarme de sus parientes :).

Volveré, seguro, me han quedado muchos deberes por hacer, pero ya para el año que viene, pues esa belleza es extinta, no eterna, el caudal en cinco días bajó a la mitad. Ahora me toca pensar en el proyecto de ascender todos los tresmiles del pirineo pues se acercan las fechas de uno de esos viajes que uno tanto desea y hay que preparar el cuerpo ya que la mente siempre esta preparada.