miércoles, 22 de mayo de 2013

Cuando Alicante se viste de seda...

Ya solo con ver el caudal del río nada mas aparcar y escuchar el rugir de algún salto de agua cercano oculto entre las cañas nos podíamos imaginar que iba a estar cargadito. El primer tramo que realizamos andando apenas discurría un poco de agua de manera tímida, tan tímida que al encontrarse con un par de piedras se   escondió en ellas dejando el lecho del río al descubierto. Hacía poco que habría bajado agua por allí pues aun se respiraba en el ambiente una especie de olor húmedo y agrio que ascendía directamente de las algas moribundas que íbamos pisando. Ohhhhh, parece que no va a tener tanta agua como pensábamos, el recorrido andando con los neoprenos puestos y el sol castigándonos por la espalda se hacía algo pesado, quizás fuera el ansia de llegar al primer rapel y ver en que situación se encontraba el barranco lo que hizo el camino mas largo.


De golpe y sin avisar ese hilillo tímido de agua que había desaparecido entre dos piedras resurgió entre   grandes  rocas, y no ya como un hilillo joven vergonzoso sino como un señor, adulto, maduro, fuerte y robusto, uffff, la cosa cambió de manera radical al ver la fuerza con la que se precipitaba en el primer salto de agua.
Las dudas empezaron a apoderarse de nuestras mentes, intercambiábamos miedos y temores con las miradas y alguna que otra palabra, estaba bastante crecido, estaba potente, rapelamos la cascada? o rapelamos por el agujero?, al final optamos por el rapel menos "intenso".

Por si fuera poco tuve la feliz idea de incluir en el equipaje de mano la reflex, algún filtro ND y el trípode, la ultima experiencia en un barranco fueron un par de móviles de baja, documentaciones y llaves de coche mojados y solo la idea de que me entrara agua en el bote estanco me subía la tensión.. No es fácil fotografiar agua dulce por estos lares, me siento especialmente atraído por el agua, tanto dulce como salada y ya llevaba tiempo con ganas de probar algo de fotografía de paisaje en barrancos. Un tema realmente complicado y del que hay que estar bastante motivado pues saca y guarda el equipo en el bote estanco cada vez que quieres captar algo termina siendo un lastre en la actividad y mas si los compañeros no son fotógrafos. Aunque ellos me dijeran que no me preocupase, que parara, que hiciera fotos, yo no pude trabajar tranquilo, el ver que me estaban esperando y no poder dedicarle todo el tiempo que me hubiese gustado hizo que la experiencia fotográfica fuera buena pero no espectacular, aunque si intensa por lo inaccesible del lugar y las condiciones ambientales, jugar con sprays y estar caladito hasta las entrañas no debe ser muy bueno para la electrónica.
Al margen de los compañeros que ya bastante paciencia tuvieron, otros factores hacían que la fotografía tuviera que ser rápida, como la temperatura del agua que unido a la inactividad producida por la espera hacían que los riesgos de hipotermia estuvieran mas cerca. Otros condicionantes como que era por la tarde y no teníamos todo el día por delante y unas nubes amenazantes tampoco ayudaron al relax fotográfico.

Desde el punto de vista paisajistico fue realmente increíble, una joya que hay que preservar, ya no solo nos acompañaba el agua por su curso sino que las paredes del cañón parecían un colador del cual salían caños de agua por todos lados, la montaña estaba plena, no podía soportar mas agua y cualquier fallo en la roca era excusa para surgir y unirse al ya cargado caudal.



Me hubiese quedado allí una semana fotografiando, oliendo, escuchando y empapándome de aquel núcleo de vida. Pero teníamos que seguir, lo bueno siempre dura poco, ademas teníamos muchas dudas de como se encontraría el resto del barranco, el agua bajaba con fuerza, mas de la que esperábamos, risas, algún golpe, precaución, no bajábamos la guardia, gozábamos del entorno al mismo tiempo que luchábamos contra él, aunque también nos gustó subirnos a sus faldas y dejarnos llevar.


El final se acerca, dos curvas con rápidos y algún remolino con el fin del mundo se asoma detrás de ellas, una caída de agua de unos treinta metros hacia desaparecer el agua en el horizonte , tras dudar unos instantes optamos por montar una cuerda para asegurarnos de que la corriente no nos arrastrara por los rápidos y nos invitara a realizar un vuelo sin motor gratuito. El ultimo rapel estaba impracticable por donde lo hicimos la ultima vez que estuvimos, el volumen de agua que cae seguro que despeinaría al mas valiente así que optamos por rapelar bordeando el salto.


Estoy seguro que volveré mas pronto que tarde o eso espero, a dedicarle mas tiempo al trípode pues es de lo único que me quede con ganas porque tanto por el ambiente y la compañía fue una experiencia para no olvidar. No se si lo habrá hecho alguien fotografía de paisaje antes en este barranco, pero tuve la sensación de estar desvirgando el barranco con mi cámara, sensación que repetiré, ya no será como la primera vez, pero la intimidad de la segunda seguro que lo hará distinto. Por cierto la novia se llama Estret de les Penyes.

lunes, 20 de mayo de 2013

Mi rinconcito en la red

Después de mucho pensármelo he decidido crear mi propio sitio en la red donde contar a través de textos e imágenes algunas de las cosas que mas me apasionan de  la vida, montaña, naturaleza y fotografía.

Sin lugar a dudas es un reto para cualquier persona  intentar crear un blog que funcione, que sea interesante y dinámico. Vamos a ver si consigo crear almenos una entrada mensual, aunque voy a intentar que sean mas, y digo intentar porque muchísimas veces me ocurre que prefiero salir con la cámara a cualquier destino antes que sentarme delante de la pantalla aunque sea para editar o publicar algo relacionado con lo que me gusta.
Sin lugar a dudas vivimos unos tiempos donde el ciber-peso ocupa mucho tiempo en nuestras vidas y a mi me resulta prácticamente imposible atender a tantas redes sociales, como he dicho antes, prefiero irme con la cámara o darme una vuelta por el monte, o lo que últimamente me gusta tanto que es ver crecer a mi hija. Digamos que soy un poco ciber gandul.

Respecto al titulo del blog...poco que explicar, quizas sea una de las facetas de la fotografia, la capacidad de "inmortalizar", considero que practicamente todo es efimero en la vida, el imparable tiempo pasa demasiado rapido,  cada instante es unico  e irrepetible, una luz, un paisaje, una nube, un instante, una emocion..., de ahi el titulo, un intento de inmortalizar a traves de camara y textos momentos que almenos para mi fueron especiales, por belleza y emociones.

Espero que os guste y que disfruteis tanto como yo.